ES UNA REALIDAD que los partidos políticos en la República Dominicana se han convertido en maquinarias de poder que determinan el funcionamiento de todos los órganos e instituciones del Estado, desarrollando sus actividades sin ninguna garantía de funcionamiento democrático, tal como exige el artículo 6 de nuestra Constitución. Es preocupante la situación de que los partidos se encuentran frente a un proyecto de ley de partidos políticos, que regulará todas las actividades concerniente a la vida política y democrática del país, y aún así, dicha ley se encuentra estancada por la falta de consenso dentro de los dos principales partidos políticos del país (PLD-PRM), puesto que ambas organizaciones se encuentran divididas en dos sectores que tienen posiciones diferentes con respecto a este punto de las primas, dentro de la n...